Esta vez no ganó el fútbol

Diez (10) fueron el total de los disparos a la madera, travesaño, palo, metal, etc., en esta edición de la UEFA Champions League. Cuatro (4) de ellos en esta eliminatoria contra el Chelsea divididos en par por cada partido de la eliminatoria.

Y si, esta ya futbolísticamente comprobado que la única forma de frenar al FC Barcelona de Josep Guardiola es practicando algo que yo llamo el "anti-fútbol", que no es más que echar el autobús atrás y jugar a la contra imponiendo juego físico, de pelotazos, con buen marcaje tanto personal como en zona y entre otras variantes. Le llamo "anti-fútbol" porque tal y como dije en la Guardiología, el Barça siempre es fiel a su estilo y juega a lo mismo sea cual sea el rival siempre: al fútbol.

No hay que reprocharle nada a nadie. Si bien el penal que erra Messi hubiese cambiado la historia total del partido, no hay que echarle toda la culpa a Leo. Hay que entender que Messi también es humano y también tiene sus días malos y buenos. No pasa nada, sigue siendo el mejor jugador del mundo.

Poco que decir, se perdieron dos títulos en seis días tal y como se soñaba que se pudieran conseguir. Pero ahí quedó, en el sueño. En el sueño por la mala suerte del mejor equipo del mundo. Que si, que no cambia el estilo ni la filosofía de juego por nada del mundo pero es notorio la falta que a veces (muy a veces) nos hace un delantero '9' por excelencia o, en este caso, David Villa.

Más orgulloso que nunca de éste Barça, que me dejó con el mal sabor de boca de perder siendo mejores los 180 minutos de la eliminatoria. Pero bueno, así es el fútbol, no siempre gana el mejor o, en sí, quien mejor práctica dicho deporte.

Más culé que nunca. Más orgulloso que nunca y más seguro ahora que el FC Barcelona es el mejor equipo del mundo. SOM-HI BARÇA.

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